jueves, 26 de noviembre de 2015

El precio de seguir a Jesús

 Lee con atención el diálogo, espero que te guste:
—¿Cuánto cuesta esta perla? Quiero tenerla.
—Bueno —dirá el vendedor—, es muy cara.
—Bien, pero, ¿cuánto cuesta? —insistimos.
—Es muy, muy cara.
—¿Piensa que podré comprarla?
—Por supuesto. Cualquiera puede adquirirla.
—Pero, ¿es que no me acaba de decir que es muv cara?
—Sí.
—Entonces, ¿cuánto cuesta?
—Todo cuanto usted tiene —responde el vendedor.
Pensamos unos momentos. —Muy bien, estoy decidido, ¡voy
a comprarla! —exclamamos.
—Perfecto. ¿Cuánto tiene usted? —nos pregunta—. Hagamos
cuentas.
—Muy bien. Tengo cinco millones de pesos en el banco.
—Bien, cinco millones. ¿Qué más?
—Eso es todo cuanto poseo.
—¿No tiene ninguna otra cosa?
—Bueno . . . tengo unos pesos en el bolsillo.
—¿A cuánto ascienden?
Nos ponemos a hurgar en nuestros bolsillos. —Veamos, esto
. . . cien, doscientos, trescientos . . . aquí está todo ¡ochocientos
mil pesos!
—Estupendo. ¿Qué más tiene?
—Ya le dije. Nada más. Eso es todo.
—¿Dónde vive? —me pregunta.
—Pues, en mi casa. Tengo una casa.
—Entonces la casa también —me dice mientras toma nota.
—¿Quiere decir que tendré que vivir en mi remolque?
—Ajá, ¿con que también tiene un remolque? El remolque
también. ¿Qué más?
—Pero, si se lo doy entonces tendré que dormir en mi automóvil.
—¿Así que también tiene un auto?
—Bueno, a decir verdad tengo dos.
—Perfecto. Ambos coches pasan a ser de mi propiedad. ¿Qué
otra cosa?
—Mire, ya tiene mi dinero, mi casa, mi remolque, mis dos
autos. ¿Qué otra cosa quiere?
—¿Es solo? ¿No tiene a nadie?
—Sí, tengo esposa y dos hijos . . . .
—Excelente. Su esposa y niños también. ¿Qué más?
—¡No me queda ninguna otra cosa! Ahora estoy solo.
De pronto el vendedor exclama: —Pero, ¡casi se me pasa por
alto! Usted. ¡Usted también! Todo pasa a ser de mi propiedad:
esposa, hijos, casa, dinero, automóviles y también usted.
Y enseguida añade: —Preste atención, por el momento le voy
a permitir que use todas esas cosas pero no se olvide que son mías y que usted también me pertenece, y que toda vez que necesite cualquiera de las cosas de que acabamos de hablar debe dármelas porque yo soy el dueño.
Así ocurre cuando se es propiedad de Jesucristo.
¿Te decides a pagar el precio?

martes, 6 de octubre de 2015

Señales seguras antes del fin

Hola buenas tardes, queremos recordarte del ciclo de enseñanzas que estamos compartiendo acerca de las señales que nos dirían que el fin de las cosas se acerca, a la fecha tenemos seis enseñanzas ya, te invitamos para que ingreses a esta PÁGINA y puedas escuchar cada tema. Te invitamos también para que compartas estas enseñanzas con tus familiares y amigos.

¡¡¡Saludos!!!

martes, 1 de septiembre de 2015

Serie de enseñanzas "Señales seguras antes del fin"

¡Hola, buenas tardes!

Hace ya algún tiempo que no publicábamos una nueva entrada, pero esta vez lo queremos hacer para que te des la oportunidad y escuches las enseñanzas que se estarán compartiendo acerca de las señales que anuncian el fin de las cosas; no, no queremos asustarte ni causar falsas alarmas, tampoco ta vamos a dar fechas de cuándo esto sucederá, cómo podríamos si eso sólo lo conoce Dios, tan sólo queremos que te apercibas de las cosas, que te des también la oportunidad, dentro de tus muchas ocupaciones, de saber y conocer las cosas que están sucediendo al rededor nuestro, ¿con qué finalidad? Con la única de que te guardes y guardes a los tuyos, que los lleves a los pies de Jesús, para que al término de las cosas, estén con Él eternamente.

Te invitamos a que visites nuestro apartado "SEÑALES ANTES DEL FIN", da clic AQUÍ por favor.

Esperamos que seas despertado a esta realidad y a esta necesidad de buscar a Jesús.

¡Saludos!

viernes, 10 de julio de 2015

Es tiempo de volver el corazón a los hijos - Tema Décimo Cuarto

Al estar hablando Dios a los padres acerca de lo que ya se ha expuesto en los temas, lo que Él está esperando fuertemente es que tomen la fiel y firme decisión de volverse hacia sus hijos, ¿qué es esto? Sencillo, dejar de hacer lo que hasta ahora se había hecho y empezar a hacer todo aquello que no se ha hecho. 

¿Qué son esas cosas por empezar a hacer? Amarlos, respetarlos, guiarlos, formarlos, verlos como las personas que son y sobre todo, verlos como una herencia de la que Dios, cuando estemos en su presencia, nos pedirá cuentas.

Cuando estés delante de Dios y te pregunte por tus hijos, ¿Qué te gustaría decirle? ¿Que los perdiste, que no sabes que fue de ellos? O tal vez quisieras decirle "Señor, los hijos que me has dado, aquí están, te los regreso, son tuyos". Pues, a trabajar por ellos.

Te dejamos el audio, haz clic en play para escucharlo.

Puedes dejar tus comentarios o si tuvieras alguna necesidad y crees que podemos ayudarte, puedes hacerlo al correo siguiente: estudiosbiblicosdelbajio@gmail.com.

Las consecuencias eternas por el pecado de los hijos - Tema Décimo Tercero

La Biblia enseña (y por cuanto es la Biblia, es Dios quien lo enseña) que todas, todas las almas le pertenecen a Dios, y que aquella alma que pecaré y que persistiera en ello, morirá eternamente, sabemos que no solo de forma física sino también de manera espiritual, eternamente.

Al saber que una vida de pecado nos conduce a la perdición eterna, ¿No debiera darnos temor y y que este temor nos condujera a volvernos a Dios de todo nuestro corazón? Imagina que tú te vuelves a Dios, que mueres y vas al cielo, pero que uno de tus hijos, o todos, al morir se vayan a la perdición eterna, ¿Te gusta la idea? ¡Claro que no! Por eso debes procurar estar bien con Dios, para que así enseñes a tus hijos, y al morir, tengas la certeza de que tanto tú como los tuyos estarán en la vida eterna.

Este tema habla acerca de las consecuencias del pecado de los hijos, que es ir al infierno, es una realidad, pero, en cada papá, en cada mamá, debe haber el anhelo, la disposición y el esfuerzo para guiar y conducir a nuestros hijos en los caminos de Dios; ellos tomarán sus decisiones, pero no debemos descansar y ser esos atalayas en sus caminos.

¿Cuánto amas a tus hijos? ¿Te gustaría saber que se fueron al infierno? ¿No? Entonces, vuélvete a Dios primeramente tú, y después enseña a tus hijos el camino correcto.

Haz clic en play para que escuches el audio. Presenta ciertas fallas pero te ayudará de todos modos.

Te dejamos nuestro correo electrónico, para que nos contactes si quisieras comentarnos algo.

estudiosbiblicosdelbajio@gmail.com

Estamos a tus órdenes.

Padres que destruyen a sus propios hijos - Tema Décimo segundo

Es increíble pensar cuánto daño puede un padre, una madre, o ambos, hacer a sus propios hijos. Estamos viviendo tiempos complicados, tiempos en los que si los padres no se toman un tiempo para saber cómo están sus hijos, para conocer si están haciendo bien o no las cosas para con ellos, no se darán cuenta ni siquiera del daño que les hacen con sus actitudes, con sus faltas de amor, con sus gritos.

Muchos papás y muchas mamás pensarán que para hacerle daño a un hijo habría que golpearlo fuertemente, dejarlo sin comer varios días, dejarlo vivir en la calle...esto es un extremo muy tremendo, pero no necesitas hacer algo así para dañar a tus hijos; basta una palabra ofensiva, un grito incontrolado, una mirada airada...eso es suficiente para dañar a tus hijos.

¿Dañas a tus hijos?

Escucha el siguiente audio, te será de gran ayuda. Haz clic en play.

Te rogamos una disculpa, una parte del audio presenta ciertas fallas, mas seguros estamos que te será de bendición finalmente.

Si quisieras compartirnos algo, estamos para servirte, podemos ayudarte. Escríbenos al siguiente correo: estudiosbiblicosdelbajio@gmail.com.

Hasta pronto, saludos.

jueves, 4 de junio de 2015

Lo que los padres siembran eso cosechan - Tema décimo primero

Suele ser escuchada por papá o por mamá la famosa frase de que "¿por qué me habrán salido así mis hijos?" y si hacemos un análisis aún de sentido común caeremos a la cuenta de que tales hijos no es que hayan salido así o que nacieron siendo de esa forma; la verdad es que si ellos son mal educados, gritones, berrinchudos, desobedientes, flojos, poco esforzados, etc, es por la simple y sencilla razón de que así fueron formados o educados por sus padres.

Así que, papá o mamá que quieres saber la causa o el culpable de que tus hijos sean así, párate enfrente de un espejo, ya que lo hagas, abre tus ojos; enfrente de ti está el culpable de la conducta de tus hijos.

Te invitamos a que escuches el siguiente audio, de verdad, te será muy útil para ti y para tu familia.